¿Vale la pena pagar más por una fuente modular frente a una normal?

Existen muchos componentes distintos a la hora de configurar un ordenador, y es normal que muchas veces tengamos dudas sobre qué es lo que nos ofrecen realmente cada uno de ellos en sus diferentes versiones, ya que muchas veces esto implica que cuestan más dinero. En el caso de la fuente de alimentación tenemos las versión modular, pero es normal que pensemos si es rentable pagar el extra que cuesta hacerse con una de este estilo o si por el contrario es mejor ahorrar y comprar una normal.

Las fuentes modulares son una de las soluciones más caras que podemos encontrar a la hora de comprar una PSU, y es que en comparación con las más normales, estas pueden tener un precio realmente elevado dependiendo de la marca y el modelo. Si además a esto le sumamos la eficiencia energética y potencia que pueden ofrecer alguno de estos modelos, es probable que lleguemos a ver algunas que son capaces de superar los 500€ de precio, por lo que es normal que pensemos si merece la pena o no hacernos con una de este estilo pagando el sobrecoste que tienen.

Qué es una fuente modular

Siempre hay que empezar por el principio, y en este caso debemos conocer qué es una fuente modular y cuales son las principales diferencias que ofrecen con respecto a las que no lo son, y es que ya solo con conocer lo que ofrecen, entenderemos cuales son sus ventajas. Las fuentes modulares son aquellas que nos permiten intercambiar los cables de forma sencilla, es decir, que en vez de incorporar todos los cables dentro de la propia fuente, ofrecen un sistema que permite conectarlos y desconectarlos como queramos, favoreciendo la instalación de la misma.

En general no hay mucho más, ya que realmente esta es la característica clave que ofrecen estas fuentes, al final el término modular se refiere a que ofrece la capacidad de modificar ciertos aspectos, así que dicho esto, vamos con las principales ventajas que tiene.

Las ventajas que ofrece, ¿son suficientes como para pagar más dinero?

Como podemos imaginar, el hecho de tener la capacidad de intercambiar los cables ofrece una serie de ventajas frente a las fuentes de alimentación normales, y no pasan únicamente por poder reemplazar los cables en caso de que se encuentren en mal estado, sino que también hay otros motivos esenciales.

• Instalación: a la hora de instalar la fuente de alimentación contamos con la ventaja de poder elegir solo los cables que necesitemos, esto favorece una instalación mucho más limpia que permite mejorar el flujo de aire, pero que además nos ofrece la capacidad de reducir el desorden causado por los cables que sobran en una configuración.
• Reparación: cuando queremos reparar una fuente de alimentación normal nos encontramos con un gran problema, si el fallo se encuentra en los cables o en la propia fuente, esto como podemos imaginar en las modulares es mucho más sencillo, ya que si es un cable simplemente podemos reemplazarlo a diferencia de aquellas que no tienen esta capacidad.
• Personalización: una de las grandes innovaciones que implementan las fuentes modulares pasa por ofrecernos la capacidad de incorporar los cables que queramos, lo que nos permite cambiarles los colores o directamente comprar otros de mayor calidad que duren más tiempo.

En general el hecho de pagar más por un producto que te garantiza una mayor personalización es algo bastante común, en este caso, nosotros vemos como una inversión realmente buena hacerse con una fuente modular por lo que ofrecen, pero como siempre os tenemos que recordar que lo mejor es elegir marcas que sean realmente fiables, ya que aquí es donde de verdad notaréis la diferencia.

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