Dentro de todas las cosas que podemos encontrar relacionadas con los videojuegos, se encuentran los periféricos creados específicamente para ofrecer un rendimiento superior en diversos casos, ya sea porque ofrecen unas características diferentes a los normales o porque ofrecen ventajas ergonómicas o a nivel de software. Y es que existe un tipo de periférico orientado para este caso que resulta bastante curioso, el teclado de una mano, que nos permite ahorrar espacio a costa de las funciones básicas del mismo.
A la hora de elegir un periférico siempre solemos tener en cuenta el uso que le vamos a dar, y hay casos en los que podemos necesitar uno que nos ofrezca un tamaño reducido pero que tenga las funciones necesarias para poder por ejemplo jugar a cualquier título sin ningún problema. En el caso de los teclados de una mano podemos encontrar que tienen especificaciones que lo vuelven un periférico completamente nuevo, teniendo en cuenta que obviamente no es capaz de actuar como un teclado.
¿Qué es este periférico?
De primeras, como bien hemos indicado, aunque nos referimos a el como teclado de una mano, realmente no se trataría de un teclado ya que como tal no es capaz de ofrecer las funciones básicas de este mismo, ya que las teclas que incorporan este tipo de periféricos son programables, pero no son suficientes para incluir todas las letras del alfabeto. Dicho esto, podemos pensar en este tipo de dispositivo como un mando creado a partir de las teclas de un teclado, ofreciendo una configuración mucho más compleja que la que podemos encontrar tanto en un gamepad como en un teclado tradicional.
Originalmente este tipo de periférico no se creó con la intención de utilizarlo para jugar, sino de dividir un teclado normal en dos partes para poder tener una posición en los brazos mucho más cómoda y ergonómica, pero gracias a su diseño muchas marcas que fabrican dispositivos gaming han optado por sacar su propia versión. Razer, por ejemplo, es una de las marcas que tiene su propio teclado de una mano, que ofrece una gran cantidad de teclas programables, pero que además tiene una ergonomía bastante alta e incorpora tanto una rueda de ratón como un joystick/D-Pad, haciendo que se convierta en un «todo en uno».
¿Merece la pena usar uno?
Una vez conocemos lo que es, obviamente podemos empezar a pensar cuales pueden ser tanto las ventajas como las desventajas de utilizar uno, con lo que llegaremos a la conclusión de si merece o no la pena utilizarlo. De primeras, si somos personas que juegan mucho y que utilizan principalmente una serie de teclas y necesitamos más, que además sean programables para el uso de macros o cualquier otra función, son una alternativa perfecta, ya que además de ocupar menos espacio y resultar mucho más cómodo también nos da una funcionalidad única para jugar, por lo que podemos pensar en ello como un «mando» creado para aquellas personas acostumbradas a utilizar teclado y ratón.
Y es que realmente las cosas negativas que puede tener uno de estos periféricos son bastante limitadas, ya que al final se trata de un dispositivo creado para un uso, el cual cumple perfectamente ofreciendo una experiencia de jugabilidad muy superior. Pero ciertamente, entre los rasgos negativos se encuentra obviamente el hecho de que obviamente si queremos escribir cualquier cosa, tendremos que utilizar otro tipo de teclado (o programar las teclas y las macros para escribir), haciendo que sea más incómodo para cualquier otro uso.
En definitiva, es algo que SI merece la pena, aunque en muchos casos los precios que podemos encontrar por este tipo de dispositivos son bastante altos, por lo que es donde entra la situación económica de cada persona. Como ejemplo, podemos tomar el que ha creado Razer que hemos mencionado anteriormente, un periférico que de normal podemos encontrar con un precio superior a los 100€.
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