Qué tener en cuenta al usar varios monitores en un portátil

Un portátil es un excelente dispositivo para llevar de aquí para allá y utilizarlo allí donde necesitemos, sin embargo, no es una buena idea si lo que queremos es utilizarlo principalmente en casa, ya que su principal limitación es el tamaño de la pantalla. Editar vídeos, fotografías o incluso disfrutar de nuestros videojuegos favoritos es un suplicio en una pantalla tan pequeña.

En el mercado podemos encontrar un gran número de monitores, sin embargo, no todos son una buena opción, ya que, dependiendo del tipo de portátil que utilicemos y de cuál vaya a ser el uso que queramos darle, debemos elegir uno y otro modelo.

Tipo de conectividad

Lo primero y principal que debemos contemplar es que tipo de conectividad ofrece nuestro portátil. Si hablamos de un portátil que entra dentro del apartado de ultra portátiles, por mucho que busquemos, no vamos a encontrar un puerto HDMI. Estos equipos utilizan un puerto USB-C para enviar la señal a un monitor externo, por lo que este debe incluir soporte para este tipo de conexión.

Lamentablemente, el número de monitores con soporte para USB-C es mucho más limitado que los que ofrece soporte para HDMI y DisplayPort. Si encontramos un monitor USB-C que cumple con lo que estamos buscando, debemos asegurarnos de que es capaz de ofrecer la potencia necesaria para cargar también nuestro dispositivo, ya que este este mismo puerto, no solo envía la señal a una pantalla externa, sino que, además, también se utiliza para mantener cargado el portátil.

Resolución

Otro aspecto que también debemos tener en cuenta a la hora de elegir un monitor es la salida de vídeo de nuestro portátil. Si esta ofrece salida hasta 4K, significa que podemos conectar un monitor externo con esa resolución o inferior. Pero, si esta está limitada a 1080p y compramos un monitor 4K, nunca vamos a poder aprovechar esa resolución.

La forma más sencilla de salir de dudas es consultando las especificaciones de la gráfica de nuestro PC desde Windows o bien consultando las especificaciones del portátil desde la página web del fabricante.

Tipo de soporte

Cuando conectamos un monitor a un PC tenemos 3 opciones para trabajar con el equipo. La primera pasa por utilizar únicamente el monitor externo como pantalla, cerrando el equipo y trabajando con un teclado y ratón externo, como si de un PC de sobremesa se tratara. Esta opción es ideal si habitualmente utilizamos el portátil en casa y pocas veces sale de esta.

Otra opción pasa por utilizarlo como escritorio extendido, como si tuviéramos dos monitores, uno al lado del otro. Esta opción no es la mejor de todas ya que al tener diferente diseño y formato, cuesta acostumbrarse a saber por dónde aparece el ratón cuando cambia del portátil al monitor y viceversa.

Otra opción pasa por duplicar la pantalla directamente, es decir, mostrar el mismo contenido que tenemos en la pantalla del portátil es la pantalla que hemos conectado. Realmente esta opción tiene poco sentido a no ser que la queramos utilizar como apoyo para ver determinada información más grande.

Tamaño del monitor

Si queremos comprar un monitor para nuestro portátil, en el mercado podemos encontrar pantallas portátiles desde 13 pulgadas que se acoplan a la parte trasera de la pantalla del portátil, siendo esta una excelente opción para extender el tamaño del escritorio. Si utilizamos el portátil en casa y optamos por este diseño de PC por no tener espacio suficiente en nuestro escritorio o directamente un sitio donde situarlo, este tipo de pantallas es ideal.

Pero, si tenemos un espacio reservado para el equipo, comprar un monitor externo de 24 pulgadas es la mejor opción, sobre todo si optamos por los monitores cuya base está diseñada para ocupar muy poco espacio y que, además, nos permiten situar el portátil en un lateral para utilizarlo plegado con un teclado y ratón externo vía bluetooth.

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