Dentro de los problemas que hemos visto con la llegada de las RTX 50 uno de los más grandes tiene que ver con los conectores y cables quemados. Los modelos de gama alta no gestionan precisamente bien la energía que llega al conector haciendo que tanto los cables como este elemento puedan terminar quemados, dejando la GPU inutilizable.
La última generación de hardware que se ha lanzado al mercado no está precisamente libre de polémicas. Hemos visto cómo se han quemado procesadores, gráficas, placas base y otros elementos debido a fallos que las compañías han cometido a la hora de diseñarlos, haciendo que prácticamente cada semana salga un usuario en redes sociales indicando que su ordenador ha quedado inutilizable por este problema. En este aspecto, las tarjetas de vídeo han sufrido gran parte de estos fallos, sobre todo los modelos que representan la gama más alta posible como sucede con las RTX 5090.
Muchas compañías están tratando de solucionar estos problemas con diferentes sistemas, MSI cambió el color de los cables para que se sepa cuando están bien conectados (aunque no ha funcionado del todo), otras marcas menos conocidas han lanzado adaptadores que evitan una conexión directa entre el cable y el conector para que no se dañe la gráfica o la PSU. Pero ahora también hay una marca que ha lanzado algo inesperado: un espejo para ver si la gráfica se quema.
¿Una solución al problema? Más bien un tipo de prevención adicional
Como bien hemos comentado antes, el problema de los cables quemados de las GPU no es algo precisamente puntual, son bastantes los casos que hemos visto en los modelos más avanzados del mercado. Por esto son muchos los usuarios que tienen miedo de que les suceda, y más conociendo que este problema tiene que ver con gráficas que superan los 2000€ de precio. Es por este motivo que la compañía Nagao Manufacturing ha creado un sistema único que se centra en permitir al usuario ver si hay algún problema con su tarjeta gráfica sin necesidad de abrir la caja.
Realmente el producto es extremadamente simple y no actúa como una solución al problema, sino que da al usuario la posibilidad de apagar el ordenador cuando ve que comienza a salir fuego. Y es que esta solución es nada más y nada menos que un espejo acrílico que puede ajustarse en un ángulo de entre 0 y 90 grados. Esto permite situarlo dentro de la caja para posicionarlo de forma que muestra el reflejo de la parte inferior de la tarjeta gráfica.
Este espejo apareció originalmente en 2020, pero ahora la compañía está volviendo a lanzarlo al mercado, con el objetivo de que llegue a un público internacional, debido a la alta demanda de los modders japoneses, ya que hasta ahora este producto tan solo estaba disponible en este país asiático. Realmente no tiene ningún otro misterio, utiliza una base de acero con pies de goma y cuatro imanes para fijarlo a la caja, mientras cuenta con unas dimensiones de 280 x 110 mm y un precio que ronda los 18€. Un sistema curioso y que puede mejorar la estética de un PC, pero que como método de prevención igual no resulta tan útil.
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