
Las configuraciones que ofrecen las tarjetas gráficas en términos de VRAM permiten a los usuarios conseguir versiones más baratas de un mismo modelo. Algunas gráficas ofrecen 8 GB, otras 16 GB, pero también existen las que tienen 10 GB o 12 GB que pueden resultar más extrañas, así que si alguna vez os habéis preguntado cómo logran las compañías crear este tipo de configuraciones, os lo explicamos.
Una tarjeta de vídeo está creada a partir de varios componentes, en ella podemos encontrar la GPU, tenemos también la VRAM y luego estarían todas las demás piezas que logran ofrecer una conexión, aquellas que permiten refrigerar la placa y las resistencias que impiden que existan problemas de voltaje. Cualquier usuario puede identificar fácilmente las especificaciones de una gráfica dependiendo del nombre que tiene, entre ellas encontramos que la VRAM se muestra en todos los casos para que resulte más sencillo saber si es un modelo superior o inferior. Pero no todo el mundo conoce cómo se apañan las compañías para crear este tipo de versiones, así que si teníais dudas sobre cómo se distribuye este componente en una gráfica, os lo explicamos.
Cada gráfica tiene una VRAM distinta, y así es como lo consiguen hacer
Cuando hablamos de tarjetas gráficas seguramente todas las personas saben indicar lo que es la VRAM, este tipo de componente resulta imprescindible a en las configuraciones ya que actúa como medio para almacenar los datos que la GPU renderiza para ofrecer una imagen en una pantalla. La insuficiencia de VRAM se convierte en un cuello de botella crítico para el rendimiento, especialmente en resoluciones 1440p o superiores. Cuando los datos de texturas y geometría de un juego exceden la capacidad de la VRAM, el sistema se ve forzado a utilizar la memoria RAM principal, que es significativamente más lenta. Este proceso, conocido como ‘swapping’, provoca caídas de fotogramas (FPS) y micro-tirones o ‘stuttering’, degradando la fluidez de la experiencia.
Por este motivo existen versiones de gráficas que pueden ofrecer 16 GB o 32 GB, pero también hay modelos que hay quienes consideran más extraños por ofrecer 10 GB o 12 GB, pero aunque no lo creáis, saber por qué se pueden crear estas configuraciones es mucho más fácil de lo que parece, aunque implica conocer cómo es una tarjeta de vídeo por dentro.

Las tarjetas gráficas utilizan comúnmente una distribución en el PCB que permite incorporar diversos chips alrededor de la GPU, dependiendo del modelo puede tener más o menos pero actualmente lo habitual está en que haya 12 huecos para la VRAM. En gráficas más antiguas como una GTX 770 el número máximo de chips que había eran 8, pero con la necesidad de implementar más VRAM los modelos más avanzados comenzaron a implementar un PCB que ofrecía soldar chips adicionales, todo hasta que llegaron los chips de memoria de 2 GB.

En este caso la imagen que os mostramos en la parte superior es de una RTX 3080 de Gigabyte, un modelo que llegó al mercado con 10 GB, seguramente os estaréis preguntando cómo consiguieron aplicar esta limitación de VRAM, pero si observáis a fondo los detalles lo comprenderéis enseguida. Esta tarjeta gráfica incluye los 12 huecos para implementar diversos chips de VRAM de 1 GB cada uno, pero en la parte inferior podemos observar que hay dos huecos libres, uno a la derecha y otro a la izquierda.
El punto está en que cada fabricante puede utilizar un PCB que resulte adecuado para cada gráfica, los modelos Founders Edition de las gráficas RTX 50 de NVIDIA por ejemplo sí que cubren todos los huecos de la VRAM, el modelo RTX 5080 de 16 GB tiene un total de 8 huecos que cubren con chips de 2 GB, mientras que la RTX 5090 que tiene 32 GB utiliza una placa con 16 huecos en los que hay 16 chips de 2 GB también, pero todo esto tiene una explicación técnica detrás.
El ancho de bus: la clave de todo
Aunque pueda parecer que un fabricante simplemente añade y quita los chips de VRAM a voluntad dependiendo de cómo sea el modelo, esto no es así ya que todo tiene un por qué. En este caso el hecho de poder incorporar más o menos chips de VRAM depende del ancho del bus de memoria que tenga la GPU. Este bus es, en esencia, la ‘autopista’ de datos entre la GPU y la memoria. Su ancho, medido en bits, determina cuántos chips de memoria se pueden conectar.
La regla general es que cada chip de memoria GDDR moderno requiere un canal de 32 bits. Por tanto:
- Una GPU con un bus de 320 bits (como la RTX 3080) puede gestionar un máximo de 10 chips (320 / 32 = 10).
- Una GPU con un bus de 192 bits (como la RTX 4060) puede gestionar un máximo de 6 chips (192 / 32 = 6).
Así, una tarjeta de 10 GB se consigue usando 10 chips de 1 GB en un bus de 320 bits. Una de 12 GB, usando 6 chips de 2 GB en un bus de 192 bits. Esto implica, como bien podéis imaginar, que la limitación es de diseño, no de espacio físico en la placa, pero aun así resulta curioso ver cómo se utiliza un PCB similar en diversos modelos.
Preguntas frecuentes sobre la VRAM de las tarjetas gráficas
¿Qué es la VRAM y por qué es tan importante en una tarjeta gráfica?
¿Cómo consiguen los fabricantes crear gráficas con capacidades de VRAM 'impares' como 10 GB?
¿Significa que mi tarjeta gráfica está 'incompleta' si tiene huecos de VRAM vacíos?
¿Por qué los 8 GB de VRAM se están quedando cortos para el gaming actual?
¿Las tarjetas gráficas más potentes siempre usan todos los huecos de VRAM disponibles?
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