Cuando una persona monta un ordenador por primera vez resulta bastante común que se encuentre con una serie de fallos o problemas, hay algunas ocasiones en las que simplemente puede que se olvide de conectar algún que otro cable pero hay otras que son bastante peores. Y una de estas sucede al instalar el disipador, ya que un fallo tan tonto evita que funcione como debería.
Todos los componentes de un ordenador tienen una forma exacta a la hora de instalarlos, conectar todos los cables y asegurarse de que está todo donde debería es una de las principales cosas que se deben hacer cuando se monta un ordenador, uno de los grandes consejos que las personas con más experiencia suelen dar es no terminar de montar el chasis (los paneles laterales) hasta que no se ha terminado de comprobar que todo va bien. Y esto también sucede cuando cambiamos un disipador o una AIO ya que pueden tener varios fallos que impiden un funcionamiento como deberían, lo más típico es que la pasta térmica no esté bien aplicada pero hay otro más básico que en ocasiones nos podemos olvidar
Si tu disipador nuevo no refrigera bien… mira si tiene una pegatina
Prácticamente todos los disipadores o sistemas de refrigeración AIO que podemos encontrar en el mercado tienen un embalaje que impide que se pueda llegar a dañar cualquier parte del mismo hasta que llegan al usuario, esto aunque parezca broma también se aplica a la base de cobre o aluminio que tienen. Estas bases pueden ensuciarse o tener algún tipo de golpe pero el principal motivo por el que suelen incorporar una etiqueta/pegatina suele tener que ver con el control de calidad, este tipo de adhesivos impiden que el disipador cumpla su función así que en caso de que alguien lo quiera utilizar tiene que retirarlo, es como la forma de asegurarse de que nadie lo ha usado antes.
Pero claro el problema está en que hay ocasiones en las que con toda la ilusión (o con toda la desmotivación) de montar un ordenador puede que se nos olvide. Es algo común que le ha pasado a todo el mundo en algún momento sobre todo si hablamos de los modelos que funcionan por aire ya que las AIO hay veces que al incorporar ya la pasta térmica aplicada sobre la base, vienen con una cobertura de plástico distinta que crea un espacio para que no haga contacto con la pasta.
Y si nunca os ha pasado esto con un disipador tipo AIO o de la CPU no descartéis que os pueda pasar con otros distintos, por ejemplo los que vienen integrados en la placa base para reducir las temperaturas del SSD también llevan un adhesivo que tendréis que quitar, algo que también sucede con los Thermal Pads que se utilizan en la gráfica. Si habéis notado que vuestro M.2 o CPU se calienta mucho echad un vistazo para ver si tienen o no esta pegatina (los Thermal Pads de la gráfica son más complicados ya que hay que desmontarla).
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