La preocupación que tienen algunos usuarios por los problemas que puede llegar a tener un ordenador puede ser bastante grande, sobre todo cuando no conocemos las formas que puede haber de solucionarlo o directamente evitarlo. Y aunque en un PC de sobremesa puede resultar bastante sencilla evitar, por ejemplo, problemas relacionados con la temperatura de los componentes, en los portátiles puede ser bastante más complicado, haciendo que muchas veces no seamos conscientes de lo que puede llegar a pasar dentro del portátil, como el hecho de que el chipset directamente pueda explotar.
Los ordenadores portátiles tienen una gran cantidad de ventajas frente a los de sobremesa, son muchas las personas que los utilizan a diario debido a que necesitan un dispositivo extremadamente potente que sean capaces de transportar sin ninguna dificultad, por lo que recurren a ellos para trabajar, jugar, estudiar y demás. Pero también tienen desventajas bastantes grandes en comparación con los modelos estáticos, y está claro que (sin tener en cuenta la pérdida de potencia) el mayor problema que pueden llegar a tener son las temperaturas, debido a que obviamente no están diseñados para poder llegar a ofrecer la misma refrigeración que tiene un sistema de sobremesa.
Los problemas de temperatura son más graves de lo que podemos pensar
El hecho de que un ordenador tenga un flujo de aire malo, que cuente con un sistema de refrigeración de baja calidad o que tengamos una serie de componentes overclockeados cuando no hay forma de evitar que sus temperaturas sean inferiores es un problema realmente grande. Y esto es algo que por lo general no suele llegar como una combinación en los sistemas de sobremesa, pero que sí podemos ver como un conjunto de errores en los portátiles, algo que puede tener consecuencias extremadamente negativas para el funcionamiento del mismo, haciendo que pueda llegar incluso a dejar de funcionar.
Esto es lo que le sucedió al usuario NoGain2730 que compartió su experiencia en la red social Reddit, donde explicaba cómo su «GPU integrada» había explotado dentro de un portátil MSI GF75 Thin, dejando al descubierto un chip que como podemos ver en la imagen, está completamente destrozado. Pero lejos de ser la GPU integrada, ya que como bien sabemos esta se encuentra en el procesador, o la dedicada ya que suele tener un sistema de refrigeración para evitar que esto pase, realmente es otro chip esencial dentro de la placa base el que ha sufrido este contratiempo, el chipset.
En este caso el problema que ha tenido el usuario tal y como indican algunos de los comentarios está en cómo hace la gestión de energía el canal por el que se transmite, siendo uno de los principales culpables en estos casos los módulos reguladores de voltaje (VRM) que han enviado un voltaje más alto del que puede soportar. En algunos casos como en este el chipset no suele tener una refrigeración pasiva, lo que hace que no tenga una gestión térmica lo suficientemente buena como para poder evitar que termine explotando o rompiéndose por el sobrecalentamiento..
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