En lo últimos meses hemos visto cómo Intel ha tenido una gran cantidad de problemas debido a los fallos de sus procesadores, y es que estos chips tienen la capacidad de deteriorarse debido a una mala configuración relacionada con la energía que el procesador solicita incluso estando en reposo. Esto ha causado que muchos procesadores terminasen rompiéndose por completo, y es por ello que la compañía tuvo que ampliar garantías y cambiar las CPU afectadas, pero ahora, desde Intel han indicado que la inestabilidad ya está solucionada.
Muchas veces es inevitable tener problemas cuando hablamos de hardware, y es que es altamente probable que siempre haya algo que falle debido a las diferencias que tienen todos los componentes así como el tipo de fabricante que hayamos elegido en cada caso. Es por ello que en muchas ocasiones puede resultar difícil encontrar donde está el problema, y en el caso de la inestabilidad de los procesadores de Intel, la marca comenzó increpando a los fabricantes de placas base debido a que utilizaban un perfil de energía distinto al recomendado, pero tras esto, dieron a conocer que realmente el fallo era suyo.
Los problemas de inestabilidad deberían estar solucionados, Intel asegura que sus procesadores no seguirán teniendo fallos
Que un procesador pueda terminar rompiéndose por un uso excesivo es algo que puede pasar, al final son componentes que trabajan bajo mucha presión en varias situaciones, pero lo que no es normal es que por un defecto queden completamente inutilizables. Este es el principal motivo por el que los usuarios que tienen procesadores Intel de 13 y 14 generación han tenido problemas realmente grandes, y es que tal y como hemos indicado antes, estas CPU podían terminar rompiéndose debido a que tenían un fallo relacionado con la cantidad de energía que podían solicitar, causando un sobrevoltaje y dejando el procesador completamente inutilizable.
Esta vez, parece que ya han conseguido solucionar por completo este pequeño detalle que tanto ha enfurecido a los usuarios, y es que entre los problemas de los propios procesadores sumados a que luego la compañía no tenía stock suficiente para reemplazar las unidades defectuosas, les ha hecho perder una gran cantidad de compradores. Thomas Hannaford, portavoz de Intel, ha asegurado que ya no existirá ningún problema con estas generaciones que pueda causar que la CPU se deteriore, indicando que el último parche que han desarrollado terminará de dar los toques necesarios para que el problema del microcódigo no vuelva a suceder.
Las tres actualizaciones anteriores lograban frenar un poco el problema, pero no lo solucionaban por completo debido a que al parecer era bastante grande y complicado de arreglar, por lo que como tal únicamente eran capaces de ofrecer parches con soluciones menores. Supuestamente el parche 0x12B soluciona el problema, por lo que es crucial que aquellas personas que tienen estos procesadores actualicen la BIOS de su placa base (firmware UEFI) a la última versión, que contiene este microcódigo, aunque si la CPU ya ha comenzado a degradarse, habrá que optar por solicitar una garantía de la misma.
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