En 2011 el precio de los discos duros se triplicó, ¿podría pasarle a los SSD?

Posiblemente, no te acuerdes, pero hace años comprar un disco duro podía ser más caro que comprar una tarjeta gráfica. El motivo de aquella situación no tiene nada que ver con las criptomonedas, tiene que ver con la meteorología. Vamos a explicarte los motivos por el cual los precios de los HDD se llegaron a triplicar en 2011.

Debes saber que por aquellos tiempos, un SSD de 64 GB podía costar más de 200 euros y uno de 500 GB podía valer más de 800 euros. Por aquellos tiempos los HDD de 1 TB rodaban los 60 euros, aunque rápidamente pasaron a triplicar su precio. ¿El motivo? La lluvia.

Motivos del encarecimiento de los HDD

Algo bastante curioso es que se dieron tres circunstancias que propiciaron la subida de precio de los discos duros. La primera fue que Western Digital adquirió Hitachi, otro fabricante de discos duros. Seagate, por su parte, se quedó con la división de discos duros mecánicos de Samsung. Finalmente, Tailandia sufrió unas brutales inundaciones, las peores del país en décadas.

Tenemos, en resumen, una reducción de la competencia y la posibilidad de pactos en cuanto precio y un desastre natural brutal. La situación pasó a ser prácticamente perfecta para los dos principales fabricantes de discos duros.

Seagate y Western Digital se vieron de la noche a la mañana con us plantas situadas en este país sin poder producir. Las inundaciones fueron descomunales y generaron daños en las máquinas para producir los discos duros. Además, una parte significativa del stock se malogró, generándose un caldo de cultivo ideal para la subida de los precios.

La demanda de discos duros en 2011 seguía siendo fuerte pro los elevados precios de los SSD y su baja capacidad. Los ordenadores portátiles, de sobremesa y las consolas seguían usando HDD. Algo que termino generando un fuerte aumento de los precios.

Rápidamente, un HDD de 1 TB que podía costar 50-60 euros, paso a rondar los 200 euros debido a la falta de stock. Fue cuestión de meses que los precios triplicarán.

Quienes más sufrieron este problema fueron las empresas de Data Centers y servidores. Estas empresas pugnaban por las unidades de almacenamiento, prácticamente, pujando por ellas. Muchas incluso fletaron aviones para transportar las unidades de almacenamiento de manera más rápida.

No fue hasta mediados de 2012 cuando los precios se fueron normalizando. Las plantas de fabricación de Tailandia volvían a estar operando a plena capacidad tras arreglar todo el desastre. Volviendo todo a la normalidad para principios de 2013.

¿Podría pasar esto con los SSD?

Lo cierto es que podría replicarse en las unidades SSD. No serían inundaciones, en este caso, podría tener un origen bien distinto. China lleva tiempo presionando para invadir Taiwán, una isla cercana al gigante asiático.

Seguramente, te estés preguntando el motivo. Pues bien, esta (relativamente) pequeña isla cuenta con la fundición más importante de semiconductores del mundo. TSMC es un importante fabricante que produce chips para NVIDIA, AMD, Intel y Apple, entre otros. Además, hay otras importantes empresas que en la isla que se dedican a fabricar memorias para SSD y controladoras.

Una hipotética invasión de China podría suponer la paralización de la industria informática por completo. Veríamos como los SSD suben de precio, pero no solo se encarecerá este componente, también tarjetas gráficas, placas base, procesadores y cualquier otro componente.

No podemos descartar fenómenos naturales como terremotos o inundaciones, entre otros, debido al calentamiento global. También podríamos ver cortes de tensión que paran la producción durante días. Este último caso en los dos últimos años ha pasado varias veces, pero ha tenido un impacto limitado porque las empresas ya están preparadas para esta incidencia.

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