Seguro que si tienes un MacBook alguna vez has pensado en instalar un segundo sistema operativo, posiblemente Windows, existen muchas maneras, desde aplicaciones donde puedes tener dos escritorios a la vez (parallel desktop), hasta hacerlo en una partición distinta, o incluso emularlo con una máquina virtual.
Todos ellos funcionan correctamente y te pueden sacar de algún apuro, como en mi caso, que necesitaba una aplicación para crear un álbum de fotos y ninguna empresa la tiene para MacOS. Seguro que te ha pasado con otro tipo de programa.
Sin embargo, hay algo que nunca te cuentan y que puede hacer que te dure poco instalado. Hoy te voy a dar mi opinión personal y experiencia. Aunque es solo eso, personal. Tú puedes tener la tuya una vez leas todo.
¿Por qué no funciona Windows en Mac?
La verdad, es que, una vez instalado, mi felicidad era real, ya podía bajar ese programa que necesitaba sin tener que comprar otro ordenador o usar otros métodos. Sin embargo, duro poco… ¿Por qué?
Los problemas empezaron a ser bastantes, en primer lugar lo noté una vez que desconecté el cargador de mi Mac, este empezó a calentarse y bajar su batería de forma muy brusca. Contando que un MacBook Air M1 debería tener una autonomía de 10 a 20 horas (teóricas), este no me llegaba ni a 90 minutos.
Y es que, el sistema de MacOS está diseñado para aprovechar el rendimiento de sus componentes al máximo, no orientado a que otro sistema operativo interactúe a su manera, pero bueno, pensarás que con dejarlo conectado ya está solucionado. En parte sí, sin embargo, el calor y sufrimiento de los componentes seguía estando ahí.
Y es que hay que tener en cuenta, que modelos como el que yo uso, no tienen ventilador, por lo que se hace más difícil todavía. Es probable que con otros, incluso iMac, la experiencia sea diferente, pero en mi caso fue así.
Además, ese calentamiento y componentes al máximo hacía que, utilizando algún programa que exigiera más potencia que esos simples de creación de álbumes de fotos, este se pusiera muy lento, hasta el punto de acabar apagándose y reiniciándose, algo que en estos 3 años con él, nunca me pasó.
Al intentar usar cualquier programa específico de Windows, el Mac iba mal, entonces… ¿Qué utilidad tiene tener otro SO si no puedo usar sus programas? Finalmente, acabé desinstalándolo, debido también al peso que este ocupa dentro del SSD del Mac.
Hay que decir que probé todos los métodos de instalación, incluso diferentes versiones de Windows, desde algunas más livianas como W7 hasta la última. Pero todas iban demasiado mal si lo comparamos con el rendimiento nativo de este PC.
Conclusión: si necesitas utilizar Windows en tu Mac en un caso puntual como el mío, adelante, es posible y podrás salir del problema. Sin embargo, si tu pensamiento es tener ambos para siempre, no creo que acabes contento, y tu batería será la primera en degradarse, así como seguidamente los componentes que se esfuerzan el doble y encima están más calientes. Acabarás pagando más que si compras otro portátil con Windows, debido a que seguramente tu Mac acabe dándote problemas.
Ahora bien, esta es mi opinión, eres libre de dejar la tuya, como digo, dependerá también del tipo de Macbook que tengas.
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