¿Nos han engañado con las gafas con filtro de luz azul?

Seguro que has escuchado hablar de las gafas con filtro de luz azul, sobre todo, por parte de amigos que las llevan. Este elemento se ha popularizado, sobre todo, por la publicidad que hacen las ópticas de sus propiedades. Pues bien, un reciente estudio de la Universidad de Michigan revela que el filtro de luz azul para gafas es una «estafa».

Durante los últimos años se ha aumentado la publicidad y propaganda de este filtro. Supuestamente, sirve para mitigar la radiación de luz azul emitida por las pantallas de ordenador, principalmente. Una luz azul que es dañina para la vista y puede generar dolores de cabeza.

Mis últimas gafas incorporan este filtro, que me costó 75 euros adicionales a las propias gafas. Hace tres años me pareció buena idea integrar este filtro, ya que uso durante muchas horas una pantalla. Una pena no haber tenido esta información antes.

La «estafa» del filtro de luz azul para las gafas

Esta «tecnología» supuestamente permite el filtrado de ciertas ondas de luz emitidas por dispositivos electrónicos como tabletas, smartphone o monitores, entre otros. Además, se asegura que favorece la atención, controlando el reloj biológico. Pero al final, ha quedado al nivel de la homeopatía.

Tenemos que saber que la cantidad de luz que reciben nuestros ojos de fuentes artificiales es insignificante. Solo es una milésima parte de la que recibimos de la luz natural. Así que recibimos más luz azul, en teoría, de manera natural que de manera artificial.

Según el estudio de Cochrane, no hay evidencias de que la los filtros de las gafas protejan de la luz azul. Por si fuera poco, no se ha conseguido establecer una relación entre la luz azul y la fatiga ocular. Un reclamo muy usado y que nos habíamos creído muchos.

Pensaba que los reclamos no eran fiables, pero esta evaluación es bastante desfavorable. Brinda al público la oportunidad de hacer una pausa y preguntarse si realmente deberían cambiar su comportamiento o comprar cosas para abordar lo que temen como problemas de la era digital. Sería bueno que la gente aplicara el mismo recelo que tiene hacia la tecnología a la investigación que confirma sus miedos y a los que venden soluciones rápidas.

Andrew Przybylski, de la Universidad de Oxford

Debemos destacar que la Sociedad Española de Oftalmología, en 2017, ya avisaba que estos filtros no valían para nada. En Reino Unido, la óptica Boot tuvo que pagar en 2017 una multa de 40.000 libras por «afirmaciones engañosas y sin fundamento».

Buena práctica que deberíamos realizar

Lo primero es que daño no te harán, has pagado por algo inútil, pero seguro que no picas la próxima vez (eso me incluye). Realmente hay unas prácticas muy simples que podemos hacer para evitar la fatiga.

Esta fatiga surge porque cuando estamos delante de una pantalla la cantidad de parpadeos disminuye. La solución pasa por mirar por la ventana unos 20-30 segundos cada 20-30 minutos. Cuanto más lejano este el punto, mejor.

También es recomendable ajustar el brillo, bajándolo lo máximo posible. Debe ser una combinación entre buena calidad visual y un brillo no muy fuerte que pueda saturar nuestro ojo.

Algo también recomendable es cada dos horas, aproximadamente, descansar la vista cinco minutos. Esto supone mirar (otra vez) por la ventana a un punto lejano o leer un libro en papel. También puedes optar por cocinar, hacerte un café o barrer. Cualquier cosa que suponga descansar de la fuente de luz.

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