¿Y si ChatGPT o Google Bard superan el test de Turing?

Hace ya más de 70 años, cuando la Inteligencia Artificial comenzó a ser conceptualizada, el famoso matemático Alan Turing publicó un trabajo en el que describía los pasos necesarios para poder identificarla. Este trabajo se conoció más adelante como el test de Turing, y lleva décadas utilizándose para poder distinguir a un humano de una IA pero, ¿qué pasa si las IA actuales como ChatGPT o Google Bard logran superar el test de Turing?

Con la introducción de chatbots con Inteligencia Artificial avanzada como ChatGPT o Google Bard, cada vez es más complicado diferenciar entre una IA y un ser humano. Y no nos referimos solo a cuando estás «hablando» a través de la herramienta, sino incluso a artículos publicados que han sido escritos por la IA. ¿Podría estar el test de Turing desfasado? Y de ser así, ¿qué alternativas hay?

¿Está el test de Turing desfasado?

Para que una IA sea capaz de superar el test de Turing, tendría que ser capaz de convencer a un interrogador humano de que no es un robot (y no, no es el típico captcha en el que tienes que marcar la casilla de «No soy un robot«), pero para empezar la premisa de esto tiene truco, ya que la IA se evalúa junto con un humano, comparándolo, y debe responder utilizando texto.

Para que te hagas una idea, imagina que tú eres el interrogador y que haces preguntas a dos interlocutores, uno humano y otro una IA, pero sin verlos. ¿Crees que podrías distinguir a la IA del ser humano? Hay que tener en cuenta una cosa, y es que en el test de Turing no se trata de ver si se responden correctamente a las preguntas, sino si el razonamiento y el comportamiento son humanos. En otras palabras, se trata de distinguir si la IA puede comportarse como un ser humano.

El problema del test de Turing es que solo se basa en estas preguntas y respuestas, y no tiene en cuenta otros factores como por ejemplo los conocimientos del interrogador. Además, esta prueba se limita únicamente a texto, por lo que el interrogador no puede diferenciar entonaciones o sentimientos en las respuestas de los interlocutores, que a nuestro entender sería la manera más sencilla de identificar a un ser humano frente a una IA.

En cualquier caso, y para que te quedes tranquilo, en este momento modelos de IA actuales como ChatGPT-4 o Google Bard no han logrado superar de forma consistente el test de Turing, aunque efectivamente en algunos casos aislados sí que lo han hecho, demostrando que no es infalible. Una de las características de la Inteligencia Artificial es que tiene la capacidad de aprender, y por lo tanto es más que probable que lleguen a ser capaces de pasar esta prueba antes o después.

¿Existe alguna alternativa para identificar a las IA?

Dado que es bastante posible que modelos de IA más avanzados como ChatGPT-5 consigan pasar de forma consistente el test de Turing, te alegrará saber que cuando eso suceda hay algunas alternativas que nos pueden ayudar a identificar si estamos hablando con un humano o una IA, y aquí te presentamos algunas de ellas.

• El test de Marcus: el reputado científico e investigador de Inteligencia Artificial Gary Marcus propuso una alternativa al test de Turing que ha sido ampliamente aceptada. En ésta, se juzga a un modelo de IA en función de su capacidad de ver vídeos de YouTube y entender lo que sucede en ellos sin ayuda de subtítulos ni texto. Para que la IA supere la prueba, debe entender conceptos como el sarcasmo, la ironía o el humor. Por ahora ha demostrado ser muy efectivo, ya que aunque algunas IA como GPT-4 son capaces de describir imágenes, todavía no tienen nada que hacer para comprender vídeos como un ser humano.
• El test Lovelace 2.0: Ada Lovelace también tenía su propia teoría con respecto a la Inteligencia Artificial, y decía que un ordenador no puede crear ideas originales más allá de lo que se ha programado. El test de Lovelace se creó en 2001 y se revisó en 2014, y para que una IA supere esta prueba debe demostrar que es capaz de generar ideas originales más allá de su programación.
• El test de Turing inverso: antes os hemos explicado en qué consiste el test de Turing, y si te decimos que esta prueba es a la inversa deberías pillarlo a la primera (a no ser que seas una IA, *ejem, ejem*). Aquí la IA se pone en el papel del interrogador, y para superar la prueba debe ser capaz de diferenciar a otra IA de un ser humano.
• El test de Turing visual: funciona como el test original, pero en lugar de responder a las preguntas utilizando texto se muestran imágenes a los participantes y deben responder a preguntas sencillas actuando como un humano. Es diferente de los Captcha que conocemos ya que todas las respuestas que se plantean son correctas, y es en los matices en donde se puede diferenciar a un humano de una máquina.

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