Los usuarios de Xbox y PC llevan meses frotándose las manos porque, lejos de debates sobre exclusividades y demás gaitas, al final tienen claro que sus plataformas serán las que más aseguradas tengan los lanzamientos de dos compañías tan relevantes como son Activision y Blizzard. Ahora bien, ¿qué creéis que pueden temer quiénes pagan todos los meses religiosamente su Xbox Game Pass?
La suscripción que ofrece Microsoft tanto para juegos de consolas como de PC se ha visto beneficiada en los últimos años por la llegada a la familia de los norteamericanos de grandes productoras, como es el caso de Bethesda. Los de Washington se mezclaron rápidamente con la matriz y en muy poco tiempo todos los desarrollos (viejos y nuevos) llegaron a Xbox Game Pass. ¿seguirán Activision y Blizzard el mismo camino?
Toca olvidarse de un Call of Duty en Game Pass
Ese es, muy resumido, lo que han venido a contarnos desde Microsoft. Que los juegos tanto de Activision como de Blizzard tardarán en llegar a Xbox Game Pass y, mucho menos, en el día uno. Así lo ha desvelado el máximo responsable de la división de juegos de la compañía, Phil Spencer, aprovechando el movimiento que un evento como Gamescom provoca todos los años en el mes de agosto.
El CEO de Xbox ha confesado que «quiero asegurarme de que la gente sepa que hay mucho trabajo por delante para llevar los juegos [de Activision y Blizzard] a Game Pass. Así que aquellos usuarios que piensen que el acuerdo se va a cerrar y entonces todo estará disponible, no es verdad. Tampoco ha ocurrido así con otras adquisiciones que hemos hecho [en el pasado]. Hay mucho trabajo por delante, así que nos llevará tiempo para conseguir esos juegos [de Activision y Blizzard] y sumarlos al catálogo disponible».
Así que si esperabas otra cosa tras la adquisición de las dos compañías (y sus filiales) lo mismo pierdes algo de la ilusión, aunque por otro lado tiene toda la lógica del mundo iniciar ese nuevo camino manteniendo lo que desarrollen Activison y Blizzard lejos de la suscripción mensual. ¿Por qué?
Una cuestión de números
Es obvio que, cuando hablamos de empresas, en muchos casos (si no en todos) las decisiones se toman a partir de lo bien o mal que salen los números. Y esta no será una excepción. Una compra con tantos ceros, de decenas de miles de millones de dólares, no solo tiene que acabar siendo rentable sino, dentro de lo posible, deben evitarse movimientos que acarreen multas y cantidades a pagar añadidas. Y las sanciones, por lo vigilada que está esta compra, es uno de esos obstáculos.
De ahí que Microsoft haya vendido a Ubisoft los derechos de los juegos en la nube de Activision y Blizzard de los próximos 15 años, para evitar la tentación de que algún oganismo regulador perciba prácticas monopolísitcas dentro del mercado cloud. Phil Spencer también ha dicho sobre este tema que «hacer llegar más juegos a más personas ha sido de lo que se trata. No quitarle juegos a PlayStation. Eso no es así. Observamos que el éxito de Xbox es la cantidad de personas que juegan juegos de Xbox y eso es importante para nosotros». Así que, por el momento, decid adiós a títulos de Activision y Blizzard en Game Pass. Es lo que toca.
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