Assassin’s Creed es una de las sagas más reconocidas dentro de los videojuegos. Desde que se lanzó el primer juego logró conseguir una gran cantidad de atención debido a una combinación de una historia única con mecánicas novedosas, pero tras los últimos lanzamientos desde Ubisoft no quieren «correr riesgos».
Durante los últimos años hemos visto cómo los juegos de Assassin’s Creed han recibido una gran cantidad de críticas. Las personas que conocen en profundidad la saga fueron capaces de reconocer desde que se lanzó Origins que la compañía iba a cambiar en gran medida cómo funcionaban estos juegos. Y aunque ha habido lanzamientos mucho más catastróficos de esta saga como Unity (por los bugs que tuvo durante el lanzamiento) y Syndicate (por el juego en general), uno de los que más críticas recibió fue el último juego de la saga, Assassin’s Creed: Shadows, aunque ha logrado convertirse en uno de los títulos más vendidos de este año en Europa tanto en PC como en consolas.
Pero ahora conocemos que Ubisoft habría cancelado un nuevo juego de la saga centrado en los años posteriores a la Guerra de Secesión para no tener que hacer frente a críticas como las que ha tenido Shadows durante su lanzamiento.
El título se canceló por ser «demasiado político en un país demasiado inestable»
Cuando hablamos de juegos cancelados encontramos que hay bastantes títulos que no ven la luz debido a distintos motivos. Ahora conocemos que uno de los nuevos lanzamientos que Ubisoft esta planeando, relacionado con la saga Assassin’s Creed, no llegará debido a que la compañía no quiere volver a causar un revuelo en redes sociales como el que tuvo la inclusión de Yasuke en Shadows. Según indica Stephen Totilo en un artículo publicado el 8 de octubre por el medio Game File, varios empleados de la desarrolladora hablaron de forma anónima sobre este título para dar a conocer los motivos de su cancelación.
En este aspecto destacan dos razones clave para que el juego no continuase su desarrollo, dejando claro que la situación política actual del país en el que se desarrolla habría causado una crítica negativa por cómo se desarrolla la historia:
«Es demasiado político en un país demasiado inestable, en pocas palabras. Me decepcionó mucho, aunque no me sorprendió, la actitud de los dirigentes. Están tomando cada vez más decisiones para mantener el «statu quo» político y no adoptar ninguna postura, no arriesgarse, ni siquiera en el ámbito creativo».
El juego habría contado la historia de un protagonista que habría sido esclavizado años antes de la Guerra de Secesión, pero que tras esta logra dejar de ser un esclavo y busca la forma de vivir en la región occidental del país. Según indican los desarrolladores que han hablado sobre este título cancelado, el personaje habría terminado siendo reclutado por la hermandad para combatir a los templarios, que en este caso, habrían formado parte del Ku Klux Klan.
En este aspecto sabemos que este lanzamiento no habría sido el primero en hablar sobre la esclavitud ni en tener un protagonista negro, el spin-off de Assassin’s Creed IV: Black Flag, Freedom Cry trataba sobre este tema, pero esta vez Ubisoft parece que quiere tomar una ruta completamente distinta.
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