
La historia de los shooters ha estado marcada por grandes juegos como DOOM o Battlefield. Pero esta última saga ha pasado por muchas fases entre las que hemos encontrado grandes problemas de identidad como sucedió con Battlefield 2042. Pero con el lanzamiento de BF6, tenemos bastante claro que esta vez la compañía detrás del juego ha tenido en cuenta a los usuarios.
Dentro de las grandes sagas de videojuegos que hay en el mercado es imposible no nombrar a Battlefield, un juego que comenzó siendo la alternativa a todos los shooters que se presentaron debido a que trataba de simular cómo era realmente la guerra moderna. No solo se centraba en permitir a los usuarios enfrentarse a otros enemigos armados hasta los dientes, sino que tanto en el multijugador como en las campañas trajo algo que ningún otro juego tenía, un sistema de vehículos completo. A esto hay que sumarle la capacidad que ha tenido siempre en términos de destrucción del entorno, dos mecánicas clave que en el último título destacan más que nunca.

Campaña: una historia típica, pero con un nuevo enemigo
Para empezar a hablar sobre Battlefield 6 lo ideal es hacerlo con la campaña, ya que cuanto antes terminemos de hablar sobre ella, mejor. Realmente dentro de lo que podemos esperar de un shooter de este tipo la historia es lo de menos, resulta un componente extra a lo que los jugadores pedían desde un principio que es el multijugador caótico y único que siempre ha tenido la saga. Y aunque la historia no es precisamente nada del otro mundo ya que sigue siendo la típica americanada que podemos encontrar en una película que emiten los domingos por la tarde, hay que destacar que esta vez han sido originales con el enemigo.
En lugar de optar por mantener únicamente a Rusia o China como los principales rivales de Estados Unidos en una guerra marcada por la destrucción casi total de distintas zonas del mundo, esta vez han decidido optar por darle un giro a las cosas para que los enemigos sean países de la OTAN financiados por otros grandes territorios que terminan creando la empresa privada militar denominada como Pax Armata. Entre los estados miembros de este ejercito privado encontramos algunos bastante peculiares como Francia, Italia, Marruecos e incluso España.

La campaña se divide en una serie de operaciones que tendremos que completar siguiendo la historia del escuadrón Dagger, y aunque el concepto de ver cómo Pax Armata que incluye a España intenta conquistar Gibraltar es algo que sorprende a primera vista, la ejecución al final sigue siendo la que podemos esperar de un shooter. En términos de jugabilidad no hay ninguna pega ya que al final estamos hablando de la misma que encontramos en el multijugador, pero esto lo vamos a ver en detalle más adelante.

Entre los aspectos más horrorosos que encontramos en la campaña podríamos destacar los gritos de los personajes, escuchar cómo uno de los NPC que nos acompaña se mueve por todo el mapa sin ninguna cobertura gritando «aquí hay munición» es algo que termina rompiendo la inmersión, sobre todo cuando hablamos por ejemplo de una incursión nocturna en territorio enemigo (el doblaje en general es bastante malo). Más allá de esto el apoyo de los aliados que actúan como miembros del escuadrón es un sistema bastante llamativo que estaría bien ver desarrollado en otros títulos ya que nos presenta a varios personajes con habilidades únicas a los que les podemos dar órdenes como reconocer el terreno, lanzar granadas de humo o atacar con explosivos.
Otro de los grandes fallos que encontramos en el juego está en las cinemáticas, no son precisamente el punto fuerte de la campaña pese a lo que podríamos imaginar. Aunque el juego se ve espectacular en medio del caos que supone la guerra total, precisamente en situaciones más calmadas como las cinemáticas en las que los personajes hablan deja bastante que desear.

Más allá de lo que es la campaña en sí que presenta una historia simple pero curiosa con una jugabilidad extremadamente buena encontramos algo que, a mi parecer, resulta bastante llamativo. En este caso estoy hablando de los retos que encontramos de la campaña, estos nos permitirán desbloquear skins para el multijugador así como títulos, un toque de personalización que por lo menos da un incentivo por jugarla.

Además, poder desinstalar la parte de la campaña para liberar un poco de espacio en el disco una vez la terminamos es algo que muchos usuarios agradecerán.
Jugabilidad: un shooter moderno con mucho que aportar
Uno de los aspectos más importantes que encontramos a la hora de jugar a un shooter está en la jugabilidad. Muchos de los First Person Shooter modernos tienden a utilizar unas mecánicas que se centran en la velocidad, esto es algo que hemos visto en repetidas ocasiones, mientras que otros tratan de ofrecer una experiencia mucho más táctica. En el caso de Battlefield 6 encontramos la combinación perfecta entre ambos ya que no trata de ser completamente realista, pero tampoco permite a los jugadores realizar movimientos exagerados que impiden a los usuarios normales tener una partida normal.




El «gunplay» tiene una respuesta extremadamente buena, no solo en cómo funciona cada una de las armas ya que tienen un sistema de velocidad de la bala, daño, tiempo de apuntado y otros aspectos únicos, sino también en cómo se maneja la cámara. A esto hay que sumarle la capacidad que tenemos a la hora de manejar los vehículos, algo que también está extremadamente logrado, los únicos fallos que veremos en términos de jugabilidad tienen que ver con bugs (aunque no son demasiado frecuentes).

Dentro del gameplay también podemos nombrar los aspectos clave del juego, principalmente cómo funciona y qué cambia con respecto al título anterior. Battlefield 2042 optaba por utilizar un sistema similar al de los «hero shooter» en los que cada personaje tiene habilidades únicas, pero esta idea no cuadraba precisamente bien con lo que conocemos en la saga. En este aspecto, BF6 apuesta por el sistema de clases tradicional combinado con una serie de habilidades y sets especiales para cada clase y que dependen de los puntos que consigas, algo que no es nuevo en la saga pero que es un extra a tener en cuenta.






El sistema de progresión por su parte también es algo a tener en cuenta ya que no solo desbloquearemos armas conforme subimos de nivel, sino que también están los retos. Estos los hemos mencionado anteriormente en la campaña ya que desbloquean aspectos para el arma y los personajes, pero los del multijugador van mucho más allá. No solo necesitarás completarlos para conseguir todas las armas del juego, también tendrás que hacerlos para desbloquear algunos dispositivos clave para las clases como sucede con la estación para reparar vehículos del ingeniero.



En general la combinación de cómo se siente manejar las armas, la facilidad que hay a la hora de disparar tanto con ellas como con los vehículos, la progresión que tiene y la personalización que hay dentro del juego hacen que cada usuario pueda tener un sistema único, permitiendo crear una gran variedad de sets únicos para cada modo de juego.


Y para terminar de hablar sobre la jugabilidad no podemos dejar de lado las mecánicas únicas que han incluido en este lanzamiento como la capacidad de arrastrar a los aliados para curarles. Jugando como médico es probablemente una de las más satisfactorias que hay, sobre todo cuando te permite situar a los aliados en una cobertura para que no los eliminen según logras reanimarles.


Gráficos y diseño artístico: realismo y destrucción, una mezcla única
Hablar de Battlefield siempre implica comentar el caos que se vive en cada partida, no conocer de donde nos disparan o encontrarse con un tanque justo al dar la vuelta a una esquina son cosas que pasan de forma constante. Pero para lograr que la inmersión llegue a otro nivel es necesario apoyarlo con un diseño artístico único, algo que muchos juegos tratan de lograr pero no consiguen completamente. En este aspecto es donde debemos siempre tener en cuenta las capacidades únicas que ofrece un motor gráfico como Frostbite, no solo hablamos de la calidad que tiene la imagen, sino de las mecánicas de destrucción que logra ofrecer.




El juego es un portento en estos dos campos ya que no se centra únicamente en ofrecer una gran cantidad de detalles en cada uno de los elementos que encontramos (modelos de personaje, vehículos, estructuras, elementos naturales…) sino que también permite alterar gran parte de ellos. Los edificios en muchos juegos son capaces de soportar el impacto de cualquier lanzamisiles, e incluso encontramos que hay situaciones en las que un elemento decorativo como puede ser una moto plantada en medio de la calle actúa como una piedra cuando le pasa un coche por encima.



En Battlefield 6 esto no pasa, los edificios tienen una gran cantidad de partes que se pueden destruir, y aunque no todos se pueden derribar por completo, hay situaciones en las que tampoco hace falta ya que con cómo se destruyen es posible pasar con cualquier vehículo o personaje. Los elementos estéticos del entorno también interactúan con el jugador, el ejemplo que hemos puesto anteriormente de las motos no es casualidad sino una anécdota bastante graciosa de ver cómo todo un escuadrón termina eliminado porque el conductor pasa por encima de ellas y termina volando todo por los aires, pasajeros incluidos.

Pero en general el detalle más importante a tener en cuenta no solo está en cómo logra hacer todo esto, sino en conseguirlo sin que el PC del usuario deje de funcionar. Y es que el rendimiento del juego, aunque no es perfecto, resulta extremadamente bueno. La diferencia entre jugar con los gráficos en bajo a ultra no resulta tan grande si hablamos de cómo se representa la imagen, pero sí que podemos observarlo en la gráfica. Con los ajustes al mínimo veremos que el título consume unos 6 GB de VRAM aproximadamente, mientras que con el máximo puede oscilar entre los 10-13 GB dependiendo del mapa, pero aun así logra mantenerse por encima de los 120 FPS en la mayoría de las ocasiones ofreciendo una gran estabilidad.
Música y sonido: la guerra total también está presente en el audio
Hemos comentado que la inmersión de un juego muchas veces llega por los gráficos y la jugabilidad, pero si hay algo que podemos destacar de las cosas que ha hecho bien esta nueva entrega de Battlefield es el audio que tiene. No solo es la música del menú o del inicio de partida que te prepara para entrar en la guerra, sino también en cómo se escucha todo lo demás, desde los sonidos que emite el personaje hasta los vehículos, todo esto pasando por las armas, destrucción y aspectos del entorno. Algo que hemos criticado de la campaña era cómo las voces de los personajes muchas veces no cuadran con lo que está sucediendo, pero en el multijugador es todo lo contrario.

Probablemente escuchar a un aliado al que le acaba de pasar un tanque por encima gritar «¡Necesito un médico!» no es lo más realista del mundo, pero está claro que a nivel de inmersión es un sistema diseñado a la perfección, sobre todo teniendo en cuenta cómo juega con la dirección desde dónde llegan los sonidos. A esto hay que sumarle también cómo funciona el sistema de audio relacionado con las explosiones y demás, precisamente por ser el juego caótico que los jugadores esperaban es un aspecto que han pulido en gran medida. El momento en el que una granada explota, un tanque dispara un misil o un helicóptero impacta contra el suelo, todo está medido para que resulte detallado.

Otros aspectos como las secuelas que le quedan al personaje después de que haya una explosión cerca (una limitación en la escucha que dura unas milésimas de segundo) junto con la respuesta auditiva de cada una de las acciones que lleva el usuario a cabo crean una experiencia que no muchos juegos consiguen replicar.
Precio: el estándar de nueva generación que sigue sin justificación
Si hay algo que podemos criticar sobre este título (además de la campaña) está claro que es el precio. Precisamente es algo recurrente en la industria que los jugadores habituales no queríamos que sucediese y tiene que ver directamente con las subidas de precio. Battlefield 6 no es ni de lejos el juego más caro que podemos encontrar, de hecho el precio base son 70€ mientras que la edición Phantom son 100€ algo que en otros juegos equivaldría a 80€ de base con ediciones de 120€. Pero precisamente sabiendo que la compañía detrás del juego no es precisamente pequeña, que ha hecho caso a los jugadores y ha terminado desarrollando un lanzamiento que ha tenido más de 700.000 jugadores simultáneos en Steam, no está justificado.
En juegos completos ya resulta extraño que los precios sean tan altos, pero en lanzamientos que tienen micro transacciones y que va a tener incluso un pase de batalla tener que pagar tanto por el título base es algo que resulta innecesario en gran parte de la industria. El juego es muy bueno y está a la altura de lo que esperamos ver en Battlefield (aunque haya cosas que debe corregir) pero pagar 70€ es algo que a muchas personas les puede hacer plantearse si de verdad quieren o no jugar a un título.
Conclusión: un juego dedicado a los amantes de los shooters, pero no te dejes llevar por el FOMO
Habiendo jugado durante más de 20 horas al título puedo decir que Battlefield 6 es uno de los grandes lanzamientos que esperábamos durante este año en términos de shooters. El aspecto principal del juego que se centra en la guerra total es algo que tan solo esta saga puede lograr y es por ello que con cada lanzamiento hemos visto una gran cantidad de hype, como sucedió con 2042. Precisamente lo mal que salió este juego cuando llegó al mercado es uno de los principales motivos por los que muchos usuarios pueden presentar dudas sobre si merece o no la pena, pero después de ver cómo ha recibido el público este nuevo lanzamiento parece que el veredicto es bastante claro.

El juego merece la pena, pero algo que debemos tener siempre en cuenta tiene que ver con el propio FOMO (Fear Of Missing Out), y es que el hecho de que un juego triunfe y logre alcanzar una gran base de jugadores no implica que automáticamente a todo el mundo le guste. A los jugadores de shooters puede que les guste por cómo funciona el gunplay, pero no por el caos que supone. Esto se soluciona en cierta medida gracias a los diversos modos de juego y la implementación de Portal, pero en esencia sigue siendo Battlefield.
Así que si os gustan los First Person Shooter y estáis buscando un juego al que se le pueden echar muchas horas, que va a tener una gran cantidad de soporte por parte de la comunidad (esperemos que también de los desarrolladores) y al que podéis jugar tanto de forma casual como extremadamente competitiva, Battlefield 6 es el título perfecto ahora mismo.
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