Intel se deshace de las acciones que tenía de Arm

Los resultados económicos correspondientes al segundo trimestre de Intel han sido muy malos, tan malos que ha triplicado las pérdidas que había presentado en el primer trimestre de 2024. Fruto de la mala gestión o falta de previsión por parte del máximo responsables de Intel, la compañía ha anunciado que despedirá a 15.000 empleados para así reducir costes y contentar a los accionistas quienes ya han demandado tanto al CEO como al CTO por engañarles.

Los máximos responsables de Intel sabían que la apuesta por Intel Foundry no estaba saliendo como habían pensado, siendo este el principal culpable de las pérdidas generadas por la compañía.

Para que reducir estas, hace unas semanas, antes de la presentación de los resultados económicos del segundo trimestre de 2024, Intel vendió todas las acciones que tenía de Arm Holdings, concretamente 1,18 millones de acciones, por las que obtuvo 147 millones de dólares.

De esta forma, los 1.600 millones de dólares en pérdidas que presentó podrían haber sido casi 150 millones más. Las cifras de pérdidas tal abultadas que anunció Intel provocaron una caída en las acciones de la compañía del 33%, perdiendo más de 20.000 millones de valoración.

Algo no va bien en Intel

Si bien es cierto que Intel Foundry apunta a ser el principal culpable de la debacle económica de Intel, no ha sido el único. Los continuos problemas con los procesadores de 13ª y 14ª generación han obligado a la compañía a ofrecer 2 años adicionales de garantía y todavía sigue tratando de solucionar los problemas de rendimiento en base a parches, sin dar una solución.

Además, la cuota de mercado, tanto en servidores como en el mercado doméstico también se ha visto mermaba gracias al buen hacer de AMD quien ha mejorado tanto su cuota de mercado como los ingresos generados en el último trimestre, todo lo contrario de Intel.

Que Intel se haya desprendido de sus acciones en Arm no significa que no se haya olvidado por completo de la esta arquitectura, ya que, todo parece indicar que será el futuro, siempre y cuando los planes de Intel pasen por no diseñar únicamente procesadores para PCs y quiera ampliar su alcance a los procesadores para dispositivos electrónicos portátiles, como tablets y smartphones.

Sin embargo, y aunque esté trabajando con Arm con la que está diseñando la tecnología de proceso de fabricación Intel 18A, todo apunta a que, una vez más, llega tarde al mercado.

A este ritmo, cuando se quiera dar cuenta, el mercado de los procesadores para PC con ARM estará dominado por Qualcomm, empresa que ya ofrece equipos portátiles con esta arquitectura y que también llega tarde al mercado, concretamente 4 años tarde.

Cabe recordar que Apple lanzó su primer procesador con arquitectura ARM en 2020, con el lanzamiento del procesador M1. Desde entonces, no hace más que evolucionar y actualmente ya se encuentra en la versión 4, M4. Afortunadamente, aunque Qualcomm ha llegado tarde ha sabido estar a la misma altura en cuanto a potencia, rendimiento y autonomía que los procesadores de Apple.

Lo que sí parece estar claro es que Patt Gelsinger, el actual CEO de Intel, tiene los días contados como máximo responsable de la compañía, a no ser que las cifras den un vuelco considerable en el próximo trimestre.

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