Si tienes un ordenado con sistema operativo MacOS seguro que alguna vez te has planteado instalarle Windows. No porque te gusta más, incluso todo lo contrario, sino porque a veces la compatibilidad con programas o juegos es complicada en este primero.
Es por ello, que vamos a hablar de si afecta en algo cambiar o tener ambos SO instalados en tu Mac y si es buena opción que lo hagas.
Windows en MacBook
En primer lugar, existen varios métodos para hacerlo. Puedes usar un pendrive e instalarlo de forma manual, usar el programa diseñado para ello (BootCamp) que traen los propios Mac o incluso usar alguna aplicación como Parallel Desktop para tener ambos a la vez en tu escritorio sin necesidad de reiniciar cada vez que quieras cambiar de SO (opción muy interesante).
Sin embargo, sea cual sea el método, el resultado será parecido. Como ventaja, tendrás lo que estabas buscando, compatibilidad con cualquier programa o juego que necesites, ya que con ambos sistemas te garantizas que lo que quieras usar funcione en al menos uno de los dos.
Ese sería el único pro, puesto que por lo demás y por experiencia propia, es un desastre. Lo primero que vas a notar al hacerlo es la reducción del espacio en tu disco, y precisamente los MacBook no se caracterizan por tener varios TB de memoria. Usan un disco SSD muy rápido y eficaz, por tanto, su coste es elevado si buscas uno muy grande. Esto se resume en que aunque no tengas muchos programas en la partición de Windows, solamente con el propio sistema te habrás cargado bastantes gigabytes de almacenamiento.
Pero no solo es eso, sino que el sistema funcionará de manera mucho más lenta. Los ordenadores de Apple están diseñados basándose en su ecosistema, no necesitan grandes componentes para otorgar un gran rendimiento, cosa que no pasa en Windows, es un sistema que usa más recursos y, por tanto, es más que probable que al iniciarlo notes como tu ordenador no va tan bien como debería. Eso solo arrancándolo, si lo que buscas en usar algún programa o juego potente que solo está en Microsoft, olvídate de que vaya a serte útil.
Este último punto también afecta a la reducción de la vida útil del ordenador, no solo en los componentes generales, sino también en su batería si usas un portátil. Al iniciar Windows notarás como aparte de ir mucho más lento, se calienta en exceso y los componentes no funcionan como deberían. Esto puede producir daño en ellos, así como acortar la vida de la batería.
En resumen, la utilización de ambos sistemas en un ordenador que no viene con ellos de fábrica no es buena idea. Solamente será beneficioso si deseas realizar alguna gestión o buscas usar algún programa por un tiempo determinado para luego volver a tu SO habitual. Si tu necesidad se prologan en el tiempo, te saldrá más rentable adquirir otro equipo con Windows. Tu Mac te lo agradecerá, sobre todo en verano.
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