Ayer nos desayunábamos prácticamente con la enésima filtración relacionada de alguna manera con la disputa legal en la que se han metido tanto Sony como Microsoft, a cuenta de la compra de estos últimos de Activision-Blizzard. Y resulta que los japoneses tienen pensado poner en las tiendas antes de que acabe el año un nuevo modelo de su consola. Una futurible PS5 Slim de esas que suelen llegar a mitad de generación.
Hasta aquí todo parece normal. PS2, PS3, PS4 y ahora PS5 continuarían con la tradición de poner en las tiendas un modelo de consola más rebajado en peso y precio que vendría a consolidar la posición de dominio de Sony en el mercado. Sobre el papel, todo perfecto, pero claro, ha sido con esta next-gen llegada a las tiendas en noviembre de 2020 donde los acontecimientos pedían a los japoneses un poco de comprensión que parece no van a tener.
¿De verdad se mantiene el calendario?
Que Sony ponga a la venta una PS5 Slim es siempre una buena noticia porque significa que todos aquellos usuarios que no están dispuestos a gastarse los 549,99 euros que cuesta el modelo normal (449,99 ahora por tiempo limitado) tendrán una alternativa más barata que funcionará igual por muchos elementos, componentes y materiales que le quiten para alcanzar ese nuevo tope en el PVR que, según las informaciones, se situaría en los 399,99 euros.
Ahora bien, que Sony haya tomado esta decisión y le haya dado igual todo lo ocurrido desde el comienzo de la generación es lo que realmente nos mosquea, porque parece que ni la pandemia, ni sus consecuencias, ni la falta de componentes y consolas en las tiendas –stock que solo se normalizó el pasado mes de marzo– lo ha tenido en cuenta para alargar la presente generación más allá de los siete años estipulados.
Máxime cuando todavía a día de hoy, prácticamente tres años después, seguimos con un 80% de lanzamientos híbridos, compatibles también para PS4 y que no exprimen ni de lejos el potencial de hardware de PS5. Con ese panorama, ¿está de verdad pidiendo el mercado una versión Slim?
No hay quien los mueva
Como os decimos, la mala noticia no viene porque vayamos a tener un modelo más barato, sino porque Sony está haciendo oídos sordos a lo que ocurre a su alrededor, a los problemas que han sufrido muchos gamers para hacerse con una PS5 como para que los japoneses no lo tengan en cuenta y alarguen la presente next-gen más allá de 2027. Así que esperemos que, si al menos lanzan este modelo Slim, lo hagan pensando que PS6 no llegará, por lo menos, hasta 2029 ó 2030 y que nos van a dejar en paz con cambios cuando algunos no han podido hasta ahora dejar atrás sus PS4.
Lo dicho, buena noticia por un lado, pero mala por el otro ya que, si Sony no se mueve del carril y replica el mismo calendario aplicado sobre PS3 o PS4, habrá muchos gamers a los que no les dé tiempo de disfrutar de su actual PS5 porque en nada, estaremos escuchando hablar, no ya de una PS5 Pro, sino lo que es peor, de una posible PS6. ¿Que no?
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