El anuncio de un remake para el clásico de PS2 ha levantado mucha polvareda. Tanta, que hay quien cree que el cambio de Metal Gear Solid 3 a Metal Gear Solid Delta podría llevar en su interior algo más que una simple actualización del apartado gráfico, de sonido, mecánicas de juego e incluso la historia. Por lo que os avisamos: hay que ir frenando esa euforia que se ha desatado entre algunos fans.
Y es que resulta muy extraña de por sí esta política de remakes que está llevando a cabo Konami, porque no parecen seguir un orden razonable. Con Silent Hill los japoneses han pasado de hacer nada con el primer título y se han decidido directamente empezar por el segundo, mientras que con Metal Gear Solid, la cosa se ha centrado en Snake Eater que llevaba el número «3».
¿Acaso no sería más lógico empezar por un remake del primer Metal Gear Solid para PlayStation, luego el segundo de PS2 y seguir así ordenadamente uno por uno? Por desgracia Konami no se encuentra en ese momento en el que pueda afrontar proyectos de envergadura y, por eso, esas decisiones que toman tienen toda la pinta de depender directamente de lo fácil o difícil que sea ese trabajo de reconstrucción de alguno de sus títulos más vendidos.
No cambiará la trama
Diciéndolo ya abiertamente. Konami ha decidido hacer el remake de Metal Gear Solid 3 Snake Eater porque, temporalmente, es el que más podría merecer tenerlo, han pasado los suficientes años como para que el original se perciba ya como algo mayorcete y gastado, anticuado gráficamente, y le venga muy bien una mano de pintura. Además, es seguro que guardan de él todo el material de desarrollo y, con casi absoluta seguridad, buena parte de él es aprovechable para un proyecto como este.
¿Por qué decimos esto? Bueno, en los últimos días han llegado a los medios declaraciones de Konami donde la compañía habla de muchas cosas: de si Kojima ha participado en este remake (cosa que nadie en su sano juicio podría imaginar), de la solvencia del estudio encargado del trabajo (excusatio non petita…) y de otras menudencias como que todas las líneas de diálogo del original se van a reutilizar íntegramente en este Metal Gear Solid Delta Snake Eater.
Efectivamente, las voces ya ha dicho Konami que serán las mismas que las del juego original, por lo que ese archivo de diálogos ya grabados volverán de nuevo con este título. Eso, obligatoriamente, nos deja una conclusión sencilla de imaginar: que nadie espere que la trama de Naked Snake y su Guerra Fría contra la Unión Soviética vaya a verse modificada… salvo que el editor de sonido sea un genio capaz de transformar lo que ya vimos en el título de 2004 trabajando con el mismo material.
Así las cosas, informaciones como estas dejan a las claras que Konami ya no es lo que era, que no está para enfrentarse al desafío de desarrollos AAA y que todos los remakes que nos puedan llegar van a hacerlo sin orden ni concierto, dependiendo de lo fácil que sea programarlo, sin invertir en contenidos nuevos o extra. Justo todo lo contrario que una Capcom en estado de gracia que va poniendo en el mercado las remasterizaciones de sus Resident Evil por riguroso orden de lanzamiento y es ella la que se encarga de que todo salga como debe.
Una pena, porque Konami es de las compañías más queridas de todos los tiempos.
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